Google concreta el rechazo al contenido generado automáticamente en sus directrices y añade el sufijo «spammy», lo que podríamos traducir como «engañoso».
Durante mucho tiempo, los contenidos generados automáticamente eran un no-go fundamental para Google. El contenido generado por las máquinas a menudo sólo servía para conseguir una buena clasificación en las búsquedas, sin aportar ningún valor añadido informativo.
Sin embargo, la calidad de los contenidos generados automáticamente ha aumentado recientemente de forma significativa debido a los avances tecnológicos, de modo que los textos correspondientes (y también las imágenes) apenas pueden distinguirse, o ya no, de los contenidos de origen humano.
Eso había llevado a lo último, que Google había suavizado su rechazo en las directrices para webmasters y lo limitó a los contenidos generados automáticamente que tienen por objeto manipular las clasificaciones en los resultados de las búsquedas.
Ahora hay otra restricción con el traspaso de las Directrices para webmasters de Google a los Elementos esenciales de la búsqueda de Google. Allí, las directrices sobre el spam sólo se refieren a los «contenidos generados automáticamente por el spam». Esto significa que el contenido se divide en spam y no spam. Esto puede entenderse como una señal de que Google ha llegado a un acuerdo con el contenido generado automáticamente, al menos parcialmente.
El cambio en el tratamiento de Google de los contenidos generados automáticamente se debe probablemente también a que a Google le resulta cada vez más difícil reconocer dichos contenidos. Esta actualización de momento sólo se ha hecho en la versión en Inglés, creo que pronto también la veremos en la versión en Español.